Un nuevo estudio publicado en la revista científica Cell reporta que biólogos de la Universidad de Harvard han encontrado que los pulpos poseen un grupo de células en las ventosas que les permiten detectar señales químicas, similar al sentido de gusto; es decir mientras los pulpos están tocando algún objeto del océano pueden también saborearlo.
![Un pulpo que cambia de color es la nueva estrella de Internet y el video es fabuloso [VIDEO] - INVDES](https://invdes.com.mx/wp-content/uploads/2020/01/02-01-20-pulpo.jpg)
Las células CR, cómo las han denominado los investigadores, están localizadas en el epitelio del borde de la ventosa, y son morfológicamente similares a las células receptoras de otros animales. Los científicos mencionan que este sentido táctil-gustativo permite al animal distinguir entre comida de las rocas o presas venenosas.

Los hallazgos proporcionan otra pista sobre el camino evolutivo único que han tomado los pulpos hacia la inteligencia. En lugar de concentrarse en el cerebro, dos tercios de las células nerviosas de un pulpo se distribuyen entre los brazos, lo que permite que los apéndices flexibles funcionen de forma semindependiente.

En la imagen puedes apreciar un pulpo de estudio, Octopus bimaculoides, así como unas bellas fotografías con una técnica bioquímica que permite pintar y evidenciar las células de estudio, las CR. Nótese que éstas están teñidas en color verde fosforescente y circundan alrededor de las ventosas.
Imágenes tomadas de Giesen. et al., (2020).
Los pulpos han desarrollado un plan corporal único y un sistema nervioso distribuido periféricamente para apoyar un repertorio de comportamientos sofisticados, proporcionando así una ventaja depredadora competitiva en su entorno.
El sistema nervioso del pulpo se encuentra entre los invertebrados más complejos y la mayoría de las neuronas se dedican a la ejecución semiautónoma de los comportamientos de los brazos y los chupadores durante la búsqueda exploratoria y la captura de presas.
Nuestra pregunta es si el vertido de residuos y la basura que inunda nuestros océanos puede afectar el sentido del gusto recientemente descubierto de estos graciosos (aunque pegajosos) amigos.



El pulpo es conocido por su inteligencia y por su habilidad para refugiarse en cualquier lugar que le ofrezca protección, aunque pueda correr el riesgo de quedarse atrapado.
Imágenes como ésta demuestran que hay más plástico en el fondo del mar que el que podemos observar en la superficie.
Ojalá no tardemos demasiado en dejar de actuar como si los océanos tuvieran una capacidad infinita de digerir nuestra basura.
Fuente: L. van Giesen et al. Molecular Basis of Chemotactile Sensation in Octopus. Cell. Published online October 29, 2020. doi: 10.1016/j.cell.2020.09.008.
Autora: Carolina Real.

Me ha impactado ver al pulpo metido en una botella de plástico o encima de la rueda. Si pueden saborear al tocar los objetos y el sentido tacto gustativo le permite distinguir comidas de las rocas o presas venenosas, a ese pobre pulpo le va la comida basura, y esa rueda tiene forma de hamburguesa
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡Tremenda hamburguesa! Debió parecerle un buen refugio, sin duda.
Me gustaMe gusta
¡Qué curioso! La naturaleza nunca deja de sorprendernos. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Nunca. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Muy interesante .Nos debería hacer reflexionar a todos sobre la basura que se vierte al mar. Es una barbaridad que deberíamos parar. Gracias por el excelente articulo. Un cordial saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti. Un saludo.
Me gustaMe gusta